Kafka en la orilla

El puro presente no es sino el fugitivo progreso del pasado royendo el futuro. A decir verdad, toda percepción ya es memoria

Un nuevo libro de Haruki Murakami cae en mis manos, ya no me faltan muchos de los que han salido en español ^^ Me la leí en nada, una semana o así, y contando con que tiene 700 páginas pienso que no es un tiempo despreciable.

Kafka Tamura se va de casa el día en que cumple quince años. Le llevan a ello las malas relaciones con su padre -un famoso escultor convencido de que su hijo repetirá el aciago sino de Edipo- y el vacío producido por la ausencia de su madre; se dirigirá al sur del país, donde encontrara refugio en una peculiar biblioteca y conocerá a la misteriosa señora Saeki. Sus pasos se cruzan con los de otro personaje, Satoru Nakata, sobre quien se ha abatido la tragedia: de niño, durante la segunda guerra mundial, surgió un accidente del que salio con secuelas y dificultades para comunicarse... salvo con los gatos.

Creo que el que más me ha gustado hasta ahora, sigue en toda la temática de lo surrealista, llegando un poco a lo absurdo, pero siempre con un trasfondo muy filosófico y crítico. Volvemos con un final que, a pesar de no gustarme demasiado, me lo esperaba, ya que debía terminar así. Todas las obras de Murakami -por lo menos todas las que me he leído- finalizan de este modo. Casi como que piensas que quizás todo eso no ha ocurrido, que ha sido un sueño. No se muy bien como explicarlo. Las historias de este autor japonés son difíciles, no por que el estilo lo sea, si no porque tiene una forma de escribir, de contar la cosas y una temática muy especial. O te encanta, o lo odias. Probablemente si te gusta uno de sus libros, el resto también te gusten; aunque no compartan argumento, el cómo lo cuenta es común a todas las obras.

Si se ha convertido en una de mis obras favoritas de Murakami es porque es totalmente impredecible. No sabes si es un libro de ficción o un drama por su dura historia, las metáforas y las extrañas situaciones colaboran en ello. Lo que va ocurriendo no te lo esperas para nada, es totalmente original e incluso divertido en algunos puntos. Para mi es la mejor historia del japonés. A esto contribuyen sus personajes, que son simplemente únicos.

Primero, el adorable Nakata (del distrito de Nakano), un anciano que no sabe leer ni escribir, por lo que tiene muchos problemas. Le tachan de tonto aunque sabe hacer unos muebles hermosos, hablar con gatos y reflexiona sobre lo que ocurre a su alrededor con mucha facilidad. Nakata es muy amable, cordial y sencillo, se le coge simpatía enseguida. Cuando terminas el libro te das cuenta de que sobre este personaje se abate una historia muy trágica, que, aunque en un principio no te das cuenta, al observar todos los hechos, unes una vida triste y dramática. No han podido darle un mejor final. Voy a recordar a este personaje para siempre, por lo particular que es.

Los otros dos personajes que quiero comentar son Hoshino y Oshima. Sí, me dejo de lado al protagonista, Kafka Kamura por una sencilla razón: los protagonistas de Haruki Murakami suelen ser todos muy parecidos. Gusto por el jazz, el deporte, los gatos, son introvertidos y filosóficos. Esta es la única pega que puedo ponerle al autor. Así pues, pasemos a dos grandes personajes. 

Hoshino es un joven camionero que se cruza en el camino de Nakata y decide dejarlo todo y acompañarle en su extraña aventura. Me encanta su sencillez y como accede a todas las peticiones de Nakata, aun siendo absurdas, solo por la corazonada que siente de que está en lo correcto. Un gran tipo, ojalá hubiera mas gente así.

Oshima es, junto con Nakata, otro inolvidable y genial personaje. Es el ayudante y recepcionista de la Biblioteca. No os voy a contar que tiene de especial, debeis descubrirlo vosotros mismos :)

No se que más comentaros que no haya hecho ya, sobretodo porque parte de la crítica de esta obra también está en las anteriores reseñas de Murakami. Repito esa idea de que, tras leerlo, te da la sensación de que todo ha sido un extraño sueño. 

A Haruki Murakami no hay que buscarle explicaciones, lo puedes interpretar como quieras.

La canción de hoy es Dance All Nite, de Anja. ¡Me encanta! n.n